martes, 30 de agosto de 2011

Nihao, Beijing!

¡Por fín! Después de tropecientasmil horas de viaje encajonada en un avión cutrillo que por mucho que los de Austrian digan que el Boeing 767 es una pasada... no, no lo es. Pero, por suerte o desgracia pasarán muchas semanas antes de que vuelva a subirme en uno de estos.

Como hemos aterrizado a eso de las 5 de la mañana y me parecía un poco pronto para llegar a la residencia, he aprovechado para desayunar un buen tazón de noodles en el mismo aeropuesto y a buscar un taxi tranquilamente. Del aeropuerto a la Renmin University hay cosa de una hora en coche, lo que teniendo en cuenta la manera suicida de conducir de esta gente no está nada mal.

Una vez en la puerta del campus y cargada de maletas me he dispuesto a preguntarle por MI residencia a la gente que veía con cara de buena gente, pero parece que debe tener un hechizo antimuggles nadie sabia dónde está. Así que he echado a andar por dónde me ha parecido, a pelo, cargadísima y por un campus enorme y lleno de edificios con los rótulos en chino. Pero por una vez el Dios de la Orientación se ha apiadado de mí y he acabado topando con el International Culture Exchange Center (que, a partir de ahora, será conocido como "mi casa, teléfono...").

Pero no todo podían ser buenas noticias y hasta el día 9 de setiembre, como mínimo, no podré tener internet en mi habitación. Resulta que hasta que no tenga la preciada y valuosísima Student Card, nanai de la China (y nunca mejor dicho). Así que no me queda más remedio que resignarme a okupar la cafetería de la residencia y pagar WiFi a base de tés, lo cual, todo sea dicho... tampoco está tan mal. El mayor inconveniente es que tienen un horario de 7:30 a 22:30 hora local y 01:30 a 16:30 hora española. Así que si alguien quiere contactar conmigo vía msn/twitter/skype... tendrá que tenerlo en cuenta. *guiño, guiño*

PD: Me reservo una entrada sobre la habitación para cuando tenga fotos de la misma. De momento sólo diré que es bastante grande, que el lavabo está muy bien y que el colchón está más duro que una piedra.

Hoy empieza la cuenta atrás para regresar a casa. ¡Que ya os hecho de menos y no llevo ni dos días fuera!




domingo, 28 de agosto de 2011

Auf Wiedersehen... ¡Ya estoy en Viena!

Starbucks, Starbucks, qué malos están vuestros cafés pero cómo os agradezco que tengáis WiFi y enchufes repartidos por todo el mundo.


 El vuelo Barcelona-Viena ha ido como la seda. A pesar de que parece que me estoy volviendo una llorona en las despedidas, tras pasar por el arco de control he entrado en modo viajero y creo que pospondré la nostalgia para otro momento.  (Supongo que el descubrir que emitían la qualy de Moto2 en los monitores de las puertas de embarque ayuda, que bastante tengo con perderme el GP de Spa. xD)

Creo que últimamente mi cuerpo ha desarrollado algún mecanismo interno que hace que montar en avión sea equivalente a dormir tantas horas como el vuelo dure. Esta vez no he podido ver ni siquiera las instrucciones de seguridad de las azafatas... pero en mi defensa sostengo que me he despertado las dos veces que han pasado con el carrito de la comida, supongo que eso cuenta, ¿no?

Los asientos eran ENORMES para ser economy class y más tratándose de un vuelo corto (no llega a las 3h). La comida no era más que un bocadillo de un delicioso queso fundido... estropeado con un par de rodajas de tomate que no he tardado ni medio segundo en tirar.

Al realizar una escala tan larga me temía que me tocase cargar con la maleta tooodo el día y volver a facturarla al tomar el vuelo Viena-Beijing (¡tengo casi 24h de escala y no todos los aeropuertos te "guardan" el equipaje durante la noche) pero, afortunadamente, éste sí que lo hace así que... ¡un peso menos del que preocuparme!

Si todo va bien, lo mismo de aquí un par de horas saldré del aeropuerto y me pasearé un rato por Viena... que ya me han dicho que en tren está a un quarto de hora y así por lo menos podré decir que he pisado la ciudad.






PD:

17:30h - El tren del aeropuerto al centro son unos 20€ que no pienso pagar. Me quedaré por aquí que tengo café, sofá e internet, ¿qué más se puede pedir? Ya iré a Viena otro día. xD

 20:00 - Al final, entre navegar por Internet y explorar la terminal para encontrar un buen sitio en el que pasar la noche (con asientos largos, enchufe y buena recepción de WiFi), se me ha pasado la tarde volando. Como no podía ser de otro modo, he acabado cenando grillwurst und pommes, vamos las salchichas viena con patatas de toda la vida... pero más ricas, que para eso estoy en Viena. xD

 20:15 - Durante mi ronda de exploración he encontrado un Travel Book con un mensajito para que me lo llevara. Pensaba que estas cosas sólo pasaban en las películas. El libro en cuestión se llama "The Game" y es de Neil Strauss, tiene bastante buena pinta y seguro que es un buen augurio de esos que tanto le gustan a mi madre.