sábado, 31 de marzo de 2012

La primavera trompetera ya llegó

—Qué bonita es la primavera, ¿verdad, Anakin?
—No sé, a mi me dan ganas de calarle fuego a todo y
convertirlo en un Mustafar.
 ¡Por fin ha llegado la primavera! Aunque mi sangre sigue sin alterarse —y menos mal, porque eso de tener la sangre alterada no puede ser muy saludable— hoy tengo ganas de celebración, tantas que le estoy dedicando una entrada a esa estación tan llena de flores, mariposas y otros clichés igual de moñas.

Al listillo que me salte comentando que la primavera empezó oficialmente hace dos semanas, le diré que la primavera empieza cuando yo como fresas; igual que el día empieza cuando yo me despierto, la tarde empieza cuando acabo de comer y el otoño empieza con las primeras castañas. Ni equinoccios, ni festivales de primavera, ni bailes de primavera, ni la semana de la primavera en el Corte Inglés... fresas.

Póngame 250gr., no..., mejor medio kilo.
¡...No, un kilo entero! ¡Tres kilos! ¡Cinco!
En realidad es una lástima que gracias a las maravillosas técnicas de cultivo en los invernaderos ahora haya fresas hasta en Navidad; pierden parte de su encanto. Así que es cuestión de hacer cómo que no he visto esos fresones aguados en las estanterías del súper y fingir que las fresitas que han aparecido estos últimos días en los puestos callejeros son las primeras fresas del año.

¡Pero qué ricas! Pequeñitas, frescas y en su punto; ni verdes, ni tan blandas como para que se hagan puré en la bolsa, al chocarse unas con otras de camino a casa. 

El único inconveniente es que al no tener nevera... me va a tocar comérmelas todas entre hoy y mañana, a más tardar. Perdón, ¿...he dicho inconveniente? No me hagáis mucho caso.

Y es que las fresas no han venido solas, no. Por increíble que parezca, en poco más de dos semanas hemos pasado de tener nieve y ventisca de esa que no te deja ni caminar, a rondar los 15ºC-20ºC. ¡Beijing vuelve a ser un lugar "habitable"! Eso sí, el Sol sigue sin verse. Hemos pasado de un cielo gris... a un cielo gris ¿azulado?


En fin, me voy a comer fresas para ahogas las penas... que hoy sábado y mañana domingo, tengo clase. Cosas de chinos...



miércoles, 7 de marzo de 2012

Bricomanía time: ¡A montar armarios!

¡No os vayáis a pensar que mi maleta es como esta, eh!

Cuando llegué de nuevo a Beijing tras las vacaciones me encontré con un GRAVE problema... ¡había traído más ropa en la maleta de la que me cabía en el armario! En mi defensa alegaré que se trata de un armario pequeño-tirando-a-diminuto que desde el principio me ha dado problemas de espacio. Sin embargo no me esperaba encontrarme con que o metía toda la ropa a presión o no deshacía (demasiado) la nueva maleta. 

Porque tu amor es azul, como el mar aaaazul~
Al final di con una solución relativamente sencilla: comprar uno de esos armarios desmontables tipo IKEA, pero en versión china o lo que es lo mismo, buena (?), bonita y balata. Gracias a Confucio y sus ancestros en Taobao se puede comprar de todo y los armarios no iban a ser la excepción, así que hace menos de una semana pedí uno que me convenció bastante por su tamaño y, para qué mentir, por su precio (95 yuanes, armario + cajonera + gastos de envío).



Al recibirlo hoy lo primero que he pensado ha sido: ¡Bien, ya puedo deshacer la maleta! (¡Y guardar toda esa ropa que tengo por el suelo y encima de la cama y de la silla!) 


¡Inocente de mí, que me pensaba que montarlo iba a ser coser y cantar, jajaja! 


Dafuq is all this mess?! o_0
Para empezar me he encontrado inundada de tubos de metal y juntas de plástico de cincuenta mil tipos diferentes pero que me parecían todas iguales. Al principio he intentado ser organizada y separar las piezas por tipos, pero si me conocéis un poco ya os podéis imaginar que el "orden" me ha durado lo mismo que he tardado en coger la siguiente pieza. 

En fin, después de buscar las instrucciones por toda la caja, he encontrado un plano del armario con los diferentes tipos de pieza que corresponden a cada parte. Pero no podía ser tan sencillo como seguir las instrucciones, no... ¡tenía que haber otras instrucciones en el reverso! Y es que por lo visto hay dos tipos de armario —y cada uno se monta de una manera— y cómo yo no tenía ni idea de cuál era el mío, me la he jugado, ¡total tenía el 50% de probabilidades de acertar! 
Empezando por la base. ¡No me
queda más remedio, tampoco!

...La suerte no ha estado de mi lado.
Cuando ya tenía el armario medio montado, he descubierto que mis instrucciones eran las otras y me ha tocado desmontar y volver a montar la mitad de la estructura. (Ya me parecía raro que me sobraran tantos tubos y me faltaran tantas juntas...)

Montando el lateral...


Tras más de tres horas de perder piezas, encontrarlas, encajarlas (¡y no sabéis lo que me ha costado!), de darme cuenta de que no iban ahí y desencajarlas para volverlas a poner en su sitio y, ya de paso, odiar un poco al que se le ocurrió la genial idea de escribir unas instrucciones tan inútiles, por fin he conseguido montar el armario.

¡Me ha costado sangre, sudor y lágrimas! (Bueno, en realidad sólo sudor, pero hay que darle el toque dramático a la historia...)
...Desmontando el lateral porque la he liado parda.
(Eso que hay debajo es mi pierna, sí...)


Me siento tan orgullosa como si me hubiera salido bien una de esas manualidades de Art Attack que tuvieron culpa del alto índice de depresión infantil a finales de los '90. Y es que  a las-manos-que-no-son-de-Jordi-Cruz siempre le quedaban perfectas y a mí.... digamos que no tanto.



¡Logro desbloqueado!


En fin, que ya tengo armario y una excusa para intentar mantener la habitación en orden por lo menos unos meses semanas días más.

¡He metido ropa y no se ha desmoronado! ¡Bien!

Y ya puestos, os enseño mis dos últimas adquisiciones para hacer de esta habitación un lugar más habitable: sábanas nuevas de colorines (si sigo un día más con las sábanas blanco-hospital de la residencia, pero que me volveré loca) y una cajonera de cuadros escoceses para seguir extendiendo mi recién adquirido orden (y que no me había dado cuenta, pero combina estupendamente con el color de los azulejos del cuarto de baño. xD).

Apenas tiene un par de horas y ya está llena...
Hay cosas que nunca cambian, y mi cama sigue siendo tan
dura como siempre. Lástima. 



¡Aish, me está quedando tan bonita la habitación que me va a dar hasta pena irme...!



PD: Me ha sobrado un tubo... xD