viernes, 25 de noviembre de 2011

De visita a Tianjin 天津

Porque sé que no sabéis dónde coño está Tianjin... xD



Estas semanas he estado tan ocupada que, desde que fui hace siglos el mes pasado a Mongolia Interior, no había vuelto a salir de Beijing. Pero con los exámenes parciales hechos y aprobados —y con buena nota, ehy sin nada "de provecho" que hacer excepto ir a clase, pensé que lo mejor sería aprovechar que aún se puede estar en la calle (aunque sea a menos -2ºC, -3ºC) y turistear un poco; así que no me lo pensé dos veces cuando me ofrecieron ir el domingo a Tianjin (天津).


¡Viajar en un tren así de rápido y cómodo es un gustazo!
Tianjin es una de las cinco grandes ciudades de China junto con Beijing, Shanghai, Guanzhou y Shenzhen; y cómo hay tantos chinos y están por todas partes, solo en el área metropolitana viven más de 10 millones, casi na'. 
Aun así, me dió la sensación de ser muchísimo más tranquila que Beijing y bastante más occidentalizada (supongo que el haber sido territorio concedido casi durante un siglo también influye), pero lo cierto es que aunque abundan los edificios de estilo europeo, no vi a ningún occidental por ahí, ¿dónde se meterán?

El trayecto Beijing-Shanghai lo hicimos en un tren de alta velocidad (alrededor de 300km/h), que solo cuesta 55yuanes por viaje, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta que son unos 120 km de trayecto y que tanto la línea como los trenes son novísimos. En media hora ya estábamos en Tianjin, ¡Renfe, aprende!


Señor haciendo un dibujo con caramelo

Lo cierto es que el día se nos pasó rapidísimo y aunque intentamos aprovecharlo al máximo, sólo pudimos ver una pequeña parte, empezando por el barrio francés con las típicas calles comerciales de cualquier gran ciudady los callejones llenos de puestos de comida que tanto gustan a los chinos (fideos, pinchitos de todo tipo, takoyakis y otras delicias varias). 
"¡Una de takoyakis, pol favol!"

Después de comer a base de picotear de puesto en puesto fuimos a "la avenida de la Cultura Antigua" que, por lo visto, el gobierno ha querido mantener esa zona tal y como era cuando China aún parecía china y no un nido de rascacielos de espejo. Básicamente lo que venden ahí son artesanías típicas, pinceles de caligrafía y tinta china, juegos de te, armas de Kungfu (sí, hice el mongolo con los nunchakus) y otras cosas no tan tradicionales como colgantes random para el móvil.
También había una caseta de tiro y como snipper de pacotilla no pude resistirme. xD

Y por la tarde fuimos al barrio italiano que, sinceramente, parecía más un parque temático que un barrio propiamente dicho. Allí sólo había restaurantes, terrazas con flores de plástico y tiendas de máscaras venecianas made in China. Pero, oye, valió la pena visitarlo...  y más cuando vista la cantidad de restaurantes que había, decidimos variar un poco la dieta y comer comida occidental... a precio CASI occidental. ¡Y es que, por mucho que me guste la comida china, cómo se agradece un buen bistec! Ya casi ni recordaba cómo se usan los cubiertos...

¡Lasagna, pizza, mamma mía, ravioli, il padrino~!

Una chino-japonesa, un coreano y un egipcio van a China
a jugar con máscaras Venecianas. No es un chiste.

Lo más bonito del día, sin lugar a dudas, fue ver la ciudad iluminada al caer la noche; y siendo como es una ciudad de costa y atravesada por un río, las luces se reflejaban en el agua y bueno, juzgad vosotros mismos...


Con tanta lucecita tiene hasta un toque navideño, ¿verdad?

¡Tianjin, tú sí que molas; espérame ahí que algún día volveré! A ser posible, cuando deje de hacer tanto frío....

No hay comentarios:

Publicar un comentario