lunes, 21 de noviembre de 2011

Elecciones y papeletas


Si es que no se os puede dejar solos; se va una del país y pasa eso, que se lía tanto que se me quitan las ganas de volver en los próximos cuatro años, como mínimo. Al menos espero no tener que crisparme —demasiada frecuencia— cuando lea los titulares del día.

Y, ya que estamos con el tema de los votos y las elecciones y esas cosas tan serias y sumamente importantes, espero que algún día me lleguen esas papeletas que solicité en su debido momento en el consulado, previo registro en el CERA (Centro Electoral de Residentes Ausentes). A pesar de tuve que rogar el derecho a voto y a pesar de que la Junta Electoral Central amplió el plazo de voto tras recibir centenares de miles de quejas de expatriados, no he podido votar. No me dejaron votar. 

Gracias a la maravillosa ley electoral aprobada a principios de año, algo que era tan sencillo como ir al consulado y meter tu voto en una urna o, en su defecto, enviarlo por correo se convirtió en una auténtica odisea.  

Parece que en Internet todos se
quejan por la victoria del PP. ¿Es que
sus votantes no tienen conexión?

Ya le preguntaré a Iker Jiménez que opina sobre este misterioso asunto, pero no me acuséis de conspiranoica si sospecho que tanta complicación sólo sirve para que a alguno se le quite las ganas de votar. No sea que esos apóstatas nacionales, desapegados y traidores a la patria les dé por exigir su derecho a voto¿derecho, pero tú de qué derecho me estás hablando? 

Y es que solo después de hacer mil trámites puede que algún día los pobres ejjpañoles perdidos en el extranjero reciban las preciadas papeletas; cuenta la leyenda que los más afortunados las reciben incluso a tiempo.  

De hecho, y a modo de ejemplo, China somos 2.566 españoles y, según la agencia EFE, han podido votar unos 200: 80 de los 676 electores inscritos en Beijing, 83 de 1.104 en Shanghai, 7 de 186 en Guanzhou y 66 de 600 en Hong Kong.  Vamos que hay más probabilidades de que te toque esa cesta llena de turrones y botellas de cava que sortean cada Navidad en la frutería, que de que te llegue (a tiempo) la documentación para votar. 

Yo, de todos modos, seguiré bajando a recepción cada mañana con la esperanza de que haya un sobre para mí, que me las pienso guardar las papeletas para las próximas elecciones..., por si acaso. 


Disfrutad de lo votado, que yo mientras tanto os seguiré vigilando desde la distancia... y no me hagáis sentir vergüenza ajena, por favor.


2 comentarios:

  1. más clarito imposible!!!!, como siempre has dado en el clavo.

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  2. Y yo que me sentía culpable por no haber hecho todo el follón del papeleo. Igualmente parece que no me hubiera servido de nada.

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