lunes, 10 de octubre de 2011

Turisteando por Mongolia Interior (2o día)

A pesar de haber llegado literalmente agotados al hotel, el martes por la mañana nos tocó madrugar y volvernos a poner en marcha en dirección a las praderas mongolas. Sin embargo, por mucho que me levantara temprano, el autocar acabó partiendo más tarde de lo previsto y una vez más tooodo el planning diario se fué al garete.Así que en lugar de llegar a la pradera a la hora de comer como estaba previsto, llegamos por la tarde y medio desnutridos, que poco más y empezamos a hacer sorteos dentro del autocar para decidir a quién matábamos primero para comérnoslo. 

The Dothraki Sea
En fin, si nunca habéis estado en una pradera mongola... imaginaos una explanada infinita llena de hierbajos y postes de teléfono. Porque por muy que esté en medio de la nada, ¡hay cables por todas partes! Me pregunto si habrá llegado ya Internet a este Mordor estepario o si aún serán cables de telégrafo... xD El fuego, al menos, sí que he podido comprobar que lo han descubierto y la rueda, por lo visto, también.
Y, hablando de inventos, supongo que lo próximo será descubrir los W.C. porque eso de usar una letrina chunga no acaba de ser mi estilo. Y es que cuando digo "chunga"... me refiero a muy, muy, CHUNGA. Menos mal que este es un blog fisno y no voy a colgar la foto del "interior". Y ya os podéis imaginar cómo olía aquello... ¡puajj!

Cuenta la leyenda que hay gente que fue al lavabo y jamás se les volvió a ver.

El único inconveniente a parte de los no-sé-si-a-eso-se-le-puede-llamar-lavabo era el frrrriiiiio. Húmedo, mortal y que te calaba hasta los huesos. Y como somo tan guiris y nos va lo exótico, nos pareció que eso de dormir en una yurta mongola tenía que ser lo más de lo más... ¡sí, lo más mongolo que se nos ocurrió en todo el viaje! 
Sigo sin creerme que lo mongoles realmente vivieran en cosas así...

Seis personas metidas en una tienda con las paredes de cuero y tela y con una puerta que no encajaba en la estructura y que tenía más agujeros que un colador. Y, detalle importante, ¡sin camas! Dormíamos en una especie de tatami de madera alrededor de una tabla que servía de mesa, una pesadilla. Y, por si fuera poco, según el finlandés del grupo (y éste de frío, digo yo que entenderá... xD) dormimos a unos -5ºC. Así que cómo os podéis imaginar por la noche yo era una especie de muñeco Michelín con más capas que una cebolla: una camiseta, dos polares térmicos, una sudadera, unos leggins, unos tejanos, los pantalones de pijama, tres pares de calcetines y dos edredones; no me podía ni mover... pero al menos sobreviví. xD

Dentro de la yurta.


A pesar de todo, pasar un día en la estepa mongola fue divertido. Lo único que se ve hasta donde alcanza la vista son pequeños campamentos de cabañas mongolas, alguna que otra manada de caballos y... ¡¿camellos?! Por la tarde nos dió por dar un paseo por la estepa y, a parte de las manadas de caballos y alguna que otra oveja pastando... de pronto nos encontramos con un camello. Así, como salido de la nada y sin nadie que lo vigilase. Muy random todo.
A wild Camel appeared!
-Fight
-Bag
-Run







Obviamente en la estepa no hay mucho para hacer a parte de comer cordero a la brasa, montar a caballo y pasar un poco de frío así que nos tenían que entretener con algo y nos ofrecieron un espectáculo de danzas y canciones tradicionales, una minicarrera de caballos y algo que supongo que debía ser una lucha tradicional. La gran batalla consistía en agarrar al contrario por los hombros y tirarlo al suelo a base de llaves de judo y ponerle la zancadilla. Al final escogieron a un par de pobres ingenuos entre el público (los dos chicos más grandes que vieron) y después de forcejar un poco esos prototipos de quarterbacks americanos acabaron rodando por el suelo gracias a unos mongolillos de metro y medio.
Al final acabaron los dos por los suelos...



Con mi khalassar conquistaré Poniente.



Para cenar nos dieron (previo pago de 5€ extra) cordero al estilo tradicional de Mongolia, que sabía igual que un cordero cualquiera hecho en un barbacoa cualquiera, vaya. Estaba muy rico pero no sé quién fue el mongolo *juas, juas* al que se le ocurrió plantarnos la pata de cordero entera en un plato esperando que nos la comiéramos con palillos. Menos mal que al final el guía nos consiguió un cuchillo y, aún así, nos costó sangre, sudor y lágrimas desmenuzarla en trocitos que nos cupieran en la boca.
Antes de tocar el cordero, se pasan como media hora bebiendo un alcohol que sabe a colonia y cantando canciones rituales... ¡con razón luego no estaban por la labor de cortárnoslo a trocitos!

Campamento mongol(o) al atardecer.

¡Para que veáis que yo no era la única friolera...!

La mayoría de gente estaba emocionadísima con eso de ver la puesta y salida del Sol en la estepa y, aunque hay que reconocer que era muy bonito poderlo ver sin edificios que te tapen la vista... las puestas y salidas de Sol están sobrevaloradas. Vista una, vistas todas... y eso es así. Sin embargo, yo niña de ciudad, nunca había podido ver la Vía Láctea en todo su esplendor (lo más que he visto son las 4 estrellas de siempre sobre el cielo de Barcelona y esas nubes rojas de contaminación que aparecen de vez en cuando). Así que realmente disfrute de una noche sin luces artificiales y un cielo en el que se veían hasta las nubes de estrellas, y eso que había Luna, que si llega a ser Luna Nueva aún se hubiese visto mejor.
La foto no es mía pero está hecha en el mismo sitio y se veía exactamente igual.

En fin, que si alguna vez os da por ir a Mongolia, no seáis catalanes y pagad un poco más por una yurta deluxe que, aunque tengo entendido que hace frío igual, al menos tienen camas de verdad y sólo son para dos personas. xD


Y mañana más... a ver si os cuento los días 3 y 4 en un sólo post. ^__^





PD: ¡Por cierto, ya tengo mi permiso de residencia! Y podría quedarme hasta el 29 de julio sin ser una sinpapeles, cosa que tampoco pretendo, pero bueno. Estoy un poco decepcionada porque pensé que el Permiso de Residencia sería algo grandioso y súper complicado y realmente no es más que una triste pegatina en mi pasaporte, que al paso que voy acabará pareciendo un álbum de cromos de Panini. xD

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